Siguiendo con la temática de las almenas con cartelas, examinaremos los ejemplares existentes en la calle Churruca, número 20. En esta ocasión adornan la esplendida fachada de una casa de una planta (fotografías superiores) caracterizada por sus bellas proporciones, su impecable simetría y, además, por las elaboradas rejas de sus dos cierros (fotografía inferior). La fachada, teniendo todos los elementos propios de la arquitectura civil de San Fernando, se aparta del abundante barroco popular para dar paso a un predominio de líneas rectas, tanto verticales como horizontales, que imprimen al conjunto un cierto toque de clasicismo. Este se hace patente en la sencilla chambrana de la puerta de entrada, realizada originariamente con largas planchas de mármol, o en las grandes cartelas horizontales del pretil de la azotea, cuyo efecto visual queda realzado por una amplia cornisa de color blanco que contrasta con el rojo predominante en el edificio (ver fotografías).
Las cuatro almenas con cartelas que coronan la fachada son similares a las ya mostradas, pero no idénticas. (Como se ha puesto sobradamente de manifiesto es muy difícil encontrar en San Fernando dos conjuntos de almenas con el mismo diseño). Así, mientras las cartelas presentan el trazado curvilíneo, que ya podríamos denominar clásico, los pilares son esbeltos prismas biselados con cornisas de esquinas redondeadas (fotografía lateral). Estas características dotan al conjunto almenado de cierta delicadeza que, finalmente, culmina con soberbias copas adornadas con hojas (¿de acanto?) envolviendo sus cálices (ver fotografía lateral).
Esta casa estuvo deshabitada durante algún tiempo, sufriendo su fachada algún deterioro, pero afortunadamente el acierto en la restauración por parte de sus actuales propietarios la ha convertido en una de las más esplendidas de la calle Curruca, así como un ejemplo a seguir en lo que concierne a la restauración del patrimonio arquitectónico de la ciudad de San Fernando.