En la calle Constructora Naval -más conocida como “Calle de las Capuchinas”-
se encuentra el monasterio de Nuestra Señora del Rosario de la Orden Franciscana
de las Hermanas Clarisas Capuchinas. Se da la circunstancia de que los dos
conventos de clausura existentes en San Fernando – el otro es el monasterio de
la Santísima Trinidad de las Madres Carmelitas Descalzas- se erigieron en
casas que, si bien eran grandes y tenían
huerta y jardín, fueron construidas para
ser viviendas (obviamente de familias acomodadas) y, por tanto, se diseñaron de
acuerdo con la tipología característica de la arquitectura civil de la ciudad, almenas incluidas. En este caso, el edificio de dos plantas tiene en
su pretil cuatro almenas de sencillo diseño, que pasarían desapercibidas a no
ser por el armonioso conjunto almenado situado sobre el torreón que posee el
edifico del convento (ver fotografías superiores). Es muy probable que en este torreón,
de indudables reminiscencias gaditanas, interviniera Juan Cabrera de la Torre, arquitecto
municipal de Cádiz, que trabajó en la adaptación de la casa-vivienda a
convento de clausura (1). No obstante, es
obvio que el ramillete de almenas que corona esta torre-mirador es una
característica típicamente isleña (ver fotografías), tanto por su estilo como
por su composición.
Las almenas que encontramos en “Las Capuchinas”
no responden a un diseño complicado, encuadrándose en la clase que hemos denominado G02RECT (pilar
con leve cornisa paralelepipédica y uno o varios cuerpos que sirven de peana al
adorno - un jarrón con dos asas y tapa, en este caso-) (fotografías lateral e
inferior), tipología relativamente frecuente
en el caserío isleño. Así, los ejemplares que pueden admirarse en
esta casa–monasterio son casi idénticos a los que se encuentran en la esquina
de la calle Real con Almirante Cervera (entrada del 18 de septiembre de 2010).