Las puertas de entradas de las casas número 16 y 18 de la calle Velázquez constituyen un núcleo, alrededor del cual se sitúan de manera armoniosa un interesante conjunto de elementos decorativos. En primer lugar, llama la atención las molduras que forman las chambranas de ambas puertas, sobresaliendo de un espacio incrustado en el plano principal de la fachada, cuyos bordes barrocos delimitan un escenario de bellas proporciones (primera de las fotografías superiores). En este espacio, acompañando a las chambranas, se sitúan sendos florones (segunda fotografía superior) justo encima de los vanos de las entradas. Y culminando el conjunto, un delicado y antiguo mosaico de San Rafael Arcángel (fotografía inferior) situado dentro de un hueco, que a modo de hornacina, dibuja el contorno sinuoso de este espacio singular. Pero esto no es todo. Al contemplar la fachada desde la calle se aprecian dos misteriosos círculos oscuros situados a ambos lados del escenario-portada. Cuando se amplían las fotografías el misterio aumenta, ya que aparecen sendos adornos con relieves que parecen representar al Sol con rasgos antropomórficos -por lo menos a mí me lo parecen (ver la segunda de las figuras inferiores)-. Nos encontramos, pues, ante una fachada, que siendo pequeña, es una muestra interesantísima del barroco popular de San Fernando.
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