El edificio donde se encuentran las almenas G01RECT_copa_2, que se acaban de presentar, es uno de los cuatro principales que junto con el edificio del ayuntamiento conforman el escenario de la plaza del Rey como centro civil de la ciudad de San Fernando –el otro, el religioso, estaría en la cercana plaza de la Iglesia –. El conjunto, como se ha dicho, fue inicialmente diseñado por D. Torcuato Cayón de la Vega (1725-1783), aunque desconozco cuales de los edificios que lo componen llegaron a terminarse en vida del insigne arquitecto. Éste, en particular, cuenta con tres plantas en una parte y con cuatro en otra, salvando de esta manera una pendiente procedente del antiguo montículo donde se construyó el ayuntamiento, y que es conocida como “Cuestecilla de la cárcel”. Aunque el edificio, como toda la plaza del Rey, está “pidiendo a gritos” una restauración integral que le devuelva el esplendor de antaño, conserva todos sus elementos principales: las almenas -casi todas intactas-; los herrajes en los largos balcones de las plantas superiores y, también, en los pequeños del entresuelo; las características chambranas planas de los vanos, etc. Me resulta incomprensible que en época de bonanza económica, cuando tanto dinero público se gastó en subvencionar casi todo y construir de todo, el Ayuntamiento de San Fernando no se ocupara de liderar una restauración de los edificios de la plaza más señera de la ciudad, propiciando los correspondientes acuerdos con los propietarios de los inmuebles afectados para que dicha restauración se llevara a cabo.
El edificio donde se encuentran las almenas G01RECT_copa_2, que se acaban de presentar, es uno de los cuatro principales que junto con el edificio del ayuntamiento conforman el escenario de la plaza del Rey como centro civil de la ciudad de San Fernando –el otro, el religioso, estaría en la cercana plaza de la Iglesia –. El conjunto, como se ha dicho, fue inicialmente diseñado por D. Torcuato Cayón de la Vega (1725-1783), aunque desconozco cuales de los edificios que lo componen llegaron a terminarse en vida del insigne arquitecto. Éste, en particular, cuenta con tres plantas en una parte y con cuatro en otra, salvando de esta manera una pendiente procedente del antiguo montículo donde se construyó el ayuntamiento, y que es conocida como “Cuestecilla de la cárcel”. Aunque el edificio, como toda la plaza del Rey, está “pidiendo a gritos” una restauración integral que le devuelva el esplendor de antaño, conserva todos sus elementos principales: las almenas -casi todas intactas-; los herrajes en los largos balcones de las plantas superiores y, también, en los pequeños del entresuelo; las características chambranas planas de los vanos, etc. Me resulta incomprensible que en época de bonanza económica, cuando tanto dinero público se gastó en subvencionar casi todo y construir de todo, el Ayuntamiento de San Fernando no se ocupara de liderar una restauración de los edificios de la plaza más señera de la ciudad, propiciando los correspondientes acuerdos con los propietarios de los inmuebles afectados para que dicha restauración se llevara a cabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario