Almenas del tipo G02CIM coexistiendo con una variante en el mismo edificio

 

 

El edificio de dos plantas mostrado en la entrada anterior forma parte de un conjunto arquitectónico más amplio compuesto por tres fincas –calle Real, números 56, 58 y 60-, con características casi idénticas, que conforman el lienzo de fachada comprendido entre las calles San Diego de Alcalá y Cervantes. Hay muchas señales que indican que el conjunto fue diseñado como un todo. La más evidente (primera de las fotografías de la parte superior) es la repetición del patrón cierro-tragaluz-cierro en la planta alta del conjunto, que llega hasta el detalle de reproducir el mismo motivo en las rejas de los tres tragaluces (primera fotografía inferior). Sin embargo, hay una característica concerniente a nuestra temática que resulta muy curiosa. A saber, las almenas de la finca que hace esquina con la calle Cervantes tienen un adorno sobre el cimacio del que carecen las demás almenas del edificio. Por tanto siguiendo nuestra nomenclatura, las casas 58 y 60 tienen almenas del tipo C02CIM (puras), mientras que la casa número 56 presenta una variedad del mismo (ver la fotografía situada sobre el texto). El adorno de las almenas de esta última casa consiste en un tronco de cono cerámico de color verde y de pequeño tamaño. Este motivo es muy frecuente en las almenas de la plaza del Rey y sus aledaños y, entonces, surge un interrogante que este tipo de ornamento plantea: ¿son estos troncos de conos los pies de adornos con formas de jarrón o pináculo que se han roto o constituyen por sí mismo un tipo de modesto ornamento? Esta pregunta se fundamenta en la observación de otros casos donde, claramente, un adorno roto ha quedado convertido en un tronco de cono (segunda fotografía inferior). Por otra parte, la observación del edificio en conjunto sugiere otra clase de preguntas de difícil respuesta: ¿por qué no se adornaron todas las almenas de la misma manera?, ¿es porque no se concluyó totalmente el edificio por alguna causa?, ¿se adornaron todas las almenas de la misma forma y en una reforma posterior se eliminaron los ornamentos, o los restos de ellos, de las fincas 58 y 60? De cualquiera de las maneras, los pequeños troncos de conos que quedan en las almenas de la parte derecha del edificio no sólo no rompen la simetría del conjunto (ver fotografía), sino que dan singularidad a este bello edificio, belleza que se vería incrementada si la fachada se liberara de tantos cables, que solo contribuyen a romper la armonía de ésta y de otras muchas fachadas de la ciudad de San Fernando.