En la anterior entrada se describió una variedad del tipo de almena G02CIM cuyo ornamento consistía en una pieza de cerámica vidriada de forma troncocónica. Entonces, se planteaba la posibilidad de que esos adornos pudieran ser los restos de jarrones o pináculos que se hubieran roto con el paso del tiempo, quedando únicamente las bases de dichos objetos cerámicos. Pero, independientemente de que sean ornamentos completos o restos de otros, la realidad es que esos troncos de conos adornan muchas almenas de casas situadas en la Plaza del Rey y el área urbana que la circunda, por tanto, procede hablar de una variedad del tipo de almena G02CIM, que denominaremos G02CIM_tr_cono (ver fotografías laterales).
En ésta y en las próximas entradas contemplaremos varios ejemplos de esta clase de almena junto con los edificios en los que encuentran ubicadas. Comenzaremos hoy con uno de ellos, que pertenece al conjunto arquitectónico de la Plaza del Rey, concretamente, el que hace esquina con la calle Real en la parte izquierda de la plaza según se mira al Ayuntamiento (ver la fotografía superior). La finca, de grandes proporciones, posee un total de seis almenas en sus dos fachadas, aunque como puede apreciarse en la fotografía, es indudable que falta una en la fachada que se abre a la Plaza del Rey. Todas ellas tienen las características propias del tipo que hemos denominado G02CIM. Es decir, estrecha moldura en el pilar, cornisa en el borde superior del mismo y cimacio que, en este caso, sirve de soporte al ornamento cerámico troncocónico que da seña de identidad a la variedad que hemos denominado G0CIM_tr_cono. Como puede apreciarse en las fotografías inferiores, donde se muestran las seis almenas del edifico, el color verde de los adornos cerámicos se utiliza también para resaltar algunas de las molduras sobre el fondo blanco de las almenas. Observando estas imágenes cuesta trabajo creer que esos ornamentos sean restos de los adornos originales, ya que son todos muy parecidos. Pudiera ser que sí lo sean, pero el descubrimiento de casos como el expuesto en la última de las fotos inferiores hace que surjan las dudas expuestas anteriormente. Desgraciadamente no hemos encontrado ningún documento gráfico antiguo que permita para aclarar este asunto.
En la anterior entrada se describió una variedad del tipo de almena G02CIM cuyo ornamento consistía en una pieza de cerámica vidriada de forma troncocónica. Entonces, se planteaba la posibilidad de que esos adornos pudieran ser los restos de jarrones o pináculos que se hubieran roto con el paso del tiempo, quedando únicamente las bases de dichos objetos cerámicos. Pero, independientemente de que sean ornamentos completos o restos de otros, la realidad es que esos troncos de conos adornan muchas almenas de casas situadas en la Plaza del Rey y el área urbana que la circunda, por tanto, procede hablar de una variedad del tipo de almena G02CIM, que denominaremos G02CIM_tr_cono (ver fotografías laterales).
En ésta y en las próximas entradas contemplaremos varios ejemplos de esta clase de almena junto con los edificios en los que encuentran ubicadas. Comenzaremos hoy con uno de ellos, que pertenece al conjunto arquitectónico de la Plaza del Rey, concretamente, el que hace esquina con la calle Real en la parte izquierda de la plaza según se mira al Ayuntamiento (ver la fotografía superior). La finca, de grandes proporciones, posee un total de seis almenas en sus dos fachadas, aunque como puede apreciarse en la fotografía, es indudable que falta una en la fachada que se abre a la Plaza del Rey. Todas ellas tienen las características propias del tipo que hemos denominado G02CIM. Es decir, estrecha moldura en el pilar, cornisa en el borde superior del mismo y cimacio que, en este caso, sirve de soporte al ornamento cerámico troncocónico que da seña de identidad a la variedad que hemos denominado G0CIM_tr_cono. Como puede apreciarse en las fotografías inferiores, donde se muestran las seis almenas del edifico, el color verde de los adornos cerámicos se utiliza también para resaltar algunas de las molduras sobre el fondo blanco de las almenas. Observando estas imágenes cuesta trabajo creer que esos ornamentos sean restos de los adornos originales, ya que son todos muy parecidos. Pudiera ser que sí lo sean, pero el descubrimiento de casos como el expuesto en la última de las fotos inferiores hace que surjan las dudas expuestas anteriormente. Desgraciadamente no hemos encontrado ningún documento gráfico antiguo que permita para aclarar este asunto.
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