La primera variedad de almenas que se tratará, entre aquellas que hemos denominado “almenas con peanas”, son las tienen una pirámide sobre el pedestal troncopiramidal de lados curvo que las caracteriza. Ignoro si los constructores o diseñadores de estas almenas usaron la pirámide con un simbolismo que trascendía al de un adorno puramente geométrico, como, según la opinión de algunos, sucede por ejemplo con las pirámides que aparecen en los billetes de los Estados Unidos de América, o simplemente la utilizaron por ser un adorno sencillo, de cualquier manera, su posible carácter simbólico puede ser un dato a tomar en consideración por aquellas personas aficionadas a interpretar los mensajes que puedan existir en las obras arquitectónicas.
Ejemplares de esta variedad aparecen en fachadas de casas repartidas por diferentes zonas de San Fernando. Vamos a ver algunas de ellas, empezando en la calle San Nicolás. Los números 25 y 27 de esta calle pertenecen a dos casas simétricas de una planta –una está habitada y la otra no-, que como es habitual en este tipo de fincas contienen en esencia los mismos elementos: puertas, cierros, cornisa, pretil y almenas, situados simétricamente respecto al plano de separación de las dos viviendas. En este caso, la cornisa no está formada por una moldura simple sino que presenta salientes que esbozan la forma de tres balcones, realizados posiblemente con la idea de “doblar” la construcción inicial de una planta. La fachada culmina con cinco almenas del tipo que estamos tratando y, como puede apreciarse en las fotografías, las pirámides del número 27 destacan por su color albero, mientras que las del 25 son íntegramente blancas.
Este conjunto constituiría un ejemplo corriente de fachada isleña si no fuera porque encima de la puerta del número 25 hay un mosaico antiguo digno de ser tomado en consideración. Representa la figura de San Joaquín, el padre de la Virgen María, y tiene la particularidad de poseer una leyenda con una fecha: 1781, hecho permite datar la finca y que me ha sorprendido, ya que creía que no era tan antigua. Las fotos del mosaico y de su leyenda hablan por sí solas de su belleza. Espero que San Joaquín haga todo lo posible por preservar su imagen en este antiguo mosaico de la todavía bonita calle San Nicolás.
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