Sin salir de la calle San Nicolás se pueden encontrar otros ejemplos de almenas de esta variedad, cada una con su pequeño toque de originalidad. Muy cerca de las casas descritas en la entrada anterior, en la otra acera, en el número 30, vuelve a aparecer el mismo tipo. La fachada, de una planta, tiene dos cierros, una cornisa recta sin complicaciones y tres almenas, algunos de cuyos elementos están pintados de color rojo ocre tan conocido en La Isla. Éstas últimas están colocadas simétricamente sobre el pretil – curiosamente las dos laterales quedan algo embutidas en las construcciones adyacentes. Sin embargo, la simetría se rompe al cruzar la cornisa en sentido descendente, de tal manera, que la puerta y un cierro quedan en la mitad derecha del rectángulo que forma la fachada, mientras que el otro cierro se sitúa holgadamente en la mitad restante. ¡Y vuelve a admirarme la maestría de los antiguos constructores de la arquitectura popular que, como en este caso, juegan con las simetrías sin afear lo más mínimo la obra realizada! (La perenne permanencia de coches aparcados en la calle no permite mejorar la documentación gráfica de lo anteriormente descrito).
San Nicolás abajo, haciendo esquina con la calle Lista, hay una magnifica casa –su imagen queda empañada por esos horribles cables negros, que únicamente pasan desapercibidos para las “lumbreras” de nuestro Consistorio-. Como estaba diciendo: hay una magnifica casa que también tiene almenas del tipo que ahora nos ocupa. Puede verse en la fotografía correspondiente, que en este caso las pirámides se caracterizan por ser más esbeltas que las otras existentes en la calle y, también, porque no sobresalen lateralmente del pedestal, es decir, la base de cada pirámide tiene exactamente las mismas dimensiones que la base superior de la peana. De las siete almenas que coronan las fachadas, la que hace esquina es algo diferente y merecería ser vista en una fotografía aparte, pero los dichosos cables negros y sus accesorios impiden la contemplación de los detalles. El clasicismo geométrico de las almenas conjuga perfectamente con un frontón color albero coronando la moldura plana que rodea el vano de la puerta de la casa. Cuatro cierros, perfectamente situados en los dos lienzos que forman la fachada, rematan el conjunto. Reseñar finalmente que la cornisa de esta finca dibuja la base de tres balcones en su fachada principal. Así pues, parece que nos encontramos de nuevo con una casa proyectada con la idea de añadir otra planta que nunca llegó a realizarse.
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