La fachada de la finca, aun siendo de dos plantas, solo tiene una cornisa al pie del pretil almenado. Por tanto, salvo una estrecha moldura cercana a ésta, constituye un lienzo continuo hasta el suelo. La inexistencia de elementos tales como cornisas o falsos pilares que dividan la fachada en dominios diferenciados no impide que aparezcan distintas simetrías en diferentes zonas de la misma. Así, la planta alta y el conjunto almenado son completamente simétricos respecto al eje vertical de la fachada. Sin embargo, la planta baja únicamente presenta una simetría local que involucra a las dos puertas de entrada. Es indudable que este juego de simetrías es determinante en la armonía que tiene el conjunto. Finalmente, citar dos elementos que incrementan la singularidad del edificio: el primero, es un azulejo antiguo que indica que está enclavado en el barrio de San Francisco, y el segundo, de carácter histórico, es la placa en honor del capitán de navío D. Juan Bautista Lazaga y Garay, “que dio gloriosamente su vida a la Patria en el combate naval de Santiago de Cuba el 3 de julio de 1898”.
Nota: El Oquendo fue hundido por el acorazado Iowa en “aquella lúgubre jornada”. El comandante del barco americano, Mr. Robley Dunglison Evans, escribió: “Lazaga, murió cuando la dotación estaba abandonando el buque, probablemente a causa de las heridas recibidas en la acción, aunque también se creyó que a consecuencia de un ataque cardiaco, se portó con magnifico valor en todo momento”. Es de todos conocido que “el amigo americano“- del general Franco, claro- no paró en Cuba, Puerto Rico y Filipinas, sino que, por culpa de este general, llegó hasta lugares tan cercano a nosotros como Rota y Morón. A la larga, el asunto de Cuba no ha resultado tan fácil como hubiera podido parecer. Y en esto han tenido mucho que ver un cubano de origen gallego llamado Fidel y otros valerosos ciudadanos de la República de Cuba.
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