Siguiendo con la línea temática que se está tratando últimamente, toca el turno a una gran casa situada en la calle Colón. Su fachada dispone de todas las características del conjunto de antiguos caserones que se están mostrando: robustas almenas decoradas con motivos geométricos de color rojo, un elemento decorativo singular constituido por una original greca, grandes cornisas, etc.
La casa se compone de una planta baja y dos pisos superiores, además de la azotea, que se asoma a la calle con un pretil almenado. Esta distribución se traduce en una fachada con tres lienzos separados por gruesas cornisas en el caso de los dos lienzos inferiores, y una cenefa con greca que separa la planta superior del pretil almenado. La casa cuenta con todos los elementos del caserío barroco de San Fernando: almenas, pórtico, cierro, balcón, ventanas, cornisas, etc.. Sin embargo, es atípica en cuanto que la distribución de los elementos que componen la fachada se sitúan de manera asimétrica, exceptuando el pretil almenado (ver las dos fotografías inferiores).
Es difícil encontrar en los antiguos caserones de San Fernando una fachada en la que sus elementos se sitúen de forma asimétrica. Y hay que descartar una reforma reciente, ya que su aspecto no ha cambiado desde mediados del siglo XX. Sin duda debió de ser reformada con anterioridad, ya que en un pasado lejano la entrada debió estar situada en el pórtico cegado situado a la izquierda del primer lienzo (ver fotografía lateral), y que está adornado con una elegante chambrana, que al invadir la planta noble del edificio rompe su simetría. Precisamente esta última característica indica que la fachada nunca fue simétrica.
Como puede apreciarse en las fotografías, el lienzo de fachada inferior cuenta de tres elementos: cierro central con reja al más puro estilo isleño, puerta de entrada sin adornos y el pórtico cegado que se muestra en la fotografía lateral. Un gran balcón cerrado, situado en el segundo lienzo, se constituye en el centro geométrico de la fachada y dos ventanas situadas asimétricamente se abren a la calle en el tercer lienzo. A las almenas y a los adornos superiores se dedicará una segunda entrada.
El conjunto constituye una espectacular fachada, que ha sido restaurada primorosamente y que embellece la perspectiva de la calle Colón cuando se observa desde la calle Manuel Roldán. Una pena el monstruoso bloque de pisos al que se encuentra adosado, de un estilo que igual puede encontrarse en la parte nueva de Valladolid, Helsinki o la Conchinchinana, y que estaría muy bien en una avenida de nueva creación, pero no en la parte trasera de Capitanía, donde se sitúan los jardines de la antigua sede de la zona marítima del Estrecho. ¿Cómo es posible que se permitiera la construcción de semejante bloque, que llega hasta la calle Vicario, tan cerca de Capitanía y del corazón del bonito barrio de La Pastora?