El edificio conocido en La Isla como La Salle representa un caso muy especial dentro la temática de las almenas, su singularidad reside no tanto en que tiene un estilo infrecuente en San Fernando, sino en que la mayoría de edificios de similares características –los que albergan al hotel Roma o a la farmacia Matute son dos ejemplos-, carecen de almenas. Sin embargo, en esta ocasión, su pretil, incluyendo una parte con balaustrada, tiene rasgos generales similares a la casa Lazaga: almenas cortas embutidas en el pretil y grandes adornos. Los de este edificio parecen piezas de platería; cada uno de ellos está formado por un “centro de mesa”, tipo frutero, con gallones verticales en el pié y borde irregular realizado con motivos geométricos y vegetales, quizás hojas de acanto. El interior está ocupado totalmente por una gran esfera con una aguja cónica en su parte superior apuntando al cielo. Aquí, viene como anillo al dedo eso de “una imagen vale más que cien palabras”.
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