Almenas con pilares pequeños

La publicación y clasificación de los diversos tipos de almenas que guardan similitud con los descritos hasta ahora no ha finalizado, ni mucho menos. Sin embargo, vamos a presentar en lo que sigue otros diferentes de entre los muchos que existen en la ciudad. Así, se evita caer en una sistematización exagerada y algo monótona en la que se incurriría describiendo todas las variedades de una tipología particular hasta agotarla. Nos proponemos, pues, abrir varios frentes descriptivos, y pasar de uno a otro según las circunstancias lo requieran y el material gráfico disponible lo permita. Dicho esto, fijémonos en un conjunto de almenas que no son muy frecuentes, pero sin son peculiares en cuanto que se separan del patrón dimensional por el que se rige la mayoría de las almenas de La Isla; se caracterizan por un pilar pequeño, que a veces está embutido en el pretil y alcanza su misma altura o, si acaso, sobresale un poco sobre él. En contraste con las dimensiones del pilar, el objeto ornamental -jarrón, copa, etc.- es muy grande comparado con la base que lo sustenta. Yo diría que, unas veces más y otras menos, el ornamento deja de ser un adorno asociado a la almena y pasa a ser un elemento decorativo integrado en el lienzo de la fachada del edificio; o incluso, en ocasiones, podría afirmarse que la almena como tal desaparece quedando únicamente objetos ornamentales sobre el pretil de la fachada principal. Finalmente, añadir que esta tipología puede encontrarse, aunque no exclusivamente, en casas palacios tales como la de los Lazaga o Capitanía.